10 fábulas infantiles con acento argentino – Vol. 1: Nivel básico
Serie Aprendé con Español Castellano
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Índice
Audio de venta / Introducción
Fábula 1: La cigarra y la hormiga
Fábula 2: El león y el ratón
Fábula 3: La tortuga y la liebre
Fábula 4: La zorra y las uvas
Fábula 5: El perro y el hueso
Fábula 6: El pastorcito mentiroso
Fábula 7: La Paloma y el Halcón
Fábula 8: La gallina de los huevos de oro
Fábula 9: La rana y el buey
Fábula 10: El cuervo y la zorra
Audio de venta / Introducción
Este libro fue pensado y armado cuidadosamente principalmente para estas personas: estudiantes iniciales de la lengua española en su variante argentina (o también denominado dialecto rioplatense) y para padres que deseen leerle o hacerles escuchar a sus niños historias educativas y con un cuidado mensaje positivo con acento argentino en vez de tonos neutros o estilos muy alejados de nuestra realidad cotidiana.
Se incluyen un total de 10 fábulas originales y cada una de ellas posee imágenes ilustrativas, una moraleja, preguntas para reflexionar y actividades creativas. Esto nos asegura una correcta comprensión lectora y un plus a la hora de interactuar con la literatura.
¿Quiénes somos? Español Castellano es una plataforma educativa creada por un periodista profesional pensada para aportar materiales originales al estudio del español para hablantes extranjeros pero siempre enfocado en la promoción y la produccion de materiales en acento argentino y la difusión de la cultura del país.
En la serie “Aprendé con Español Castellano” todos los libros cuentan con su versión en e-book y audiolibro, son muy económicos, y están escritos y narrados de forma clara, para facilitar tu comprensión. Si todavía no nos conocés, te invito a que nos escuches, veas todos nuestros productos y aprendas con nosotros con nuestro podcast y plataforma web www.espanolcastellano.com
Fábula 1: La cigarra y la hormiga
En un bosque soleado, donde los pájaros cantaban melodías alegres y las flores perfumaban el aire, vivía una cigarra llamada Renata. Era una artista talentosa que disfrutaba cantando y bailando bajo el sol.
En la misma rama vivía una hormiga llamada Margarita, una criatura trabajadora y dedicada que se la pasaba recolectando comida para el invierno.
Un día, mientras Renata cantaba una canción alegre, vio a Margarita trabajando sin parar.
«¡Amiga Margarita!», le dijo Renata. «¿Por qué te esfuerzas tanto? ¡Es un día hermoso para disfrutar del sol y la música!»
Margarita, sin dejar de trabajar, le respondió:
«El invierno se acerca, Renata. Debo prepararme y almacenar alimentos para no pasar hambre.»
Renata se rió.
«¡No te preocupes por eso, Margarita!», dijo con despreocupación. «Yo me preocuparé de eso cuando llegue el momento.»
Y así, Renata siguió cantando y bailando mientras Margarita continuaba trabajando sin descanso.
El verano llegó a su fin y el invierno se instaló en el bosque. Las hojas de los árboles cayeron, el viento sopló con fuerza y el frío se apoderó del aire.
Renata, la cigarra, hambrienta y tiritando de frío, se dirigió a la casa de Margarita, la hormiga.
«Amiga Margarita», le dijo con timidez. «¿Podrías darme algo de comer? Tengo mucha hambre.»
Margarita, con amabilidad, le abrió la puerta a Renata y le ofreció un plato de comida caliente.
«Te dije que debías prepararte para el invierno, Renata», le dijo Margarita con suavidad. «Es importante trabajar duro y ser previsora.»
Renata, avergonzada por su comportamiento anterior, aprendió una valiosa lección: la importancia del trabajo duro, la previsión y la responsabilidad.
Moraleja:
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. El trabajo duro y la previsión te ayudarán a superar los desafíos del futuro.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué Renata no se preparó para el invierno?
¿Qué le enseñó Margarita a Renata?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia del trabajo duro y la previsión?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué hacía Renata durante el verano?
¿Por qué Margarita no se preocupaba por el invierno?
¿Qué le enseñó Margarita a Renata?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Renata le pide comida a Margarita.
Fábula 2: El león y el ratón
En un bosque frondoso, donde los árboles centenarios se elevaban hacia el cielo y los rayos del sol se filtraban entre las hojas creando un juego de luces y sombras, vivía un león imponente llamado Leónidas, el rey de la selva, respetado y temido por todos los animales.
Un día, mientras Leónidas descansaba bajo la sombra de un árbol, un pequeño ratón llamado Remigio pasó corriendo a su lado. Sin querer, Remigio tropezó y cayó sobre la pata del león.
Leónidas, furioso, rugió con tanta fuerza que hizo temblar las hojas de los árboles. Atravesó al ratoncito con su mirada feroz y lo levantó con sus garras, listo para devorarlo.
Remigio, aterrado, suplicó por su vida:
«¡Por favor, señor león!», chilló. «¡No me comas! Soy un ratón pequeño e insignificante. No valgo la pena.»
Leónidas, sorprendido por la valentía del ratón, se echó a reír.
«¡Ja, ja, ja!», rugió con alegría. «¡Un ratón pidiéndome clemencia! Eres el animal más osado que he conocido.»
Y así, Leónidas decidió perdonarle la vida a Remigio.
Unos días después, mientras Leónidas cazaba en el bosque, quedó atrapado en una red de cazadores. Rugió con todas sus fuerzas, pero no pudo liberarse.
Remigio, que había escuchado los rugidos de Leónidas, corrió a ayudarlo. Con sus dientes afilados, comenzó a roer la red hasta que finalmente logró liberarlo.
Leónidas, agradecido por la ayuda de Remigio, le dijo:
«Gracias a ti, estoy libre. Me has demostrado que incluso el más pequeño de los animales puede ser útil.»
A partir de ese día, Leónidas y Remigio se hicieron amigos inseparables. El león aprendió que la humildad es una virtud importante, y el ratón aprendió que la valentía puede ser recompensada.
Moraleja:
No importa si eres grande o pequeño, todos tenemos algo que ofrecer. Nunca subestimes el valor de los demás.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué Leónidas perdonó la vida de Remigio?
¿Cómo Remigio ayudó a Leónidas?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia de la humildad y la valentía?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué hacía Leónidas cuando Remigio tropezó?
¿Qué le dijo Remigio a Leónidas para que no lo comiera?
¿Cómo Remigio ayudó a Leónidas cuando estaba atrapado en la red?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Remigio ayuda a Leónidas.
Fábula 3: La tortuga y la liebre
En un bosque verde y exuberante, vivía una tortuga llamada Ana y una liebre llamada Florencia. Ana era lenta y constante, mientras que Florencia era rápida y arrogante.
Un día, Florencia, la liebre veloz, desafió a Ana, la tortuga paciente, a una carrera.
«¡Ja, ja, ja!», se rió Florencia con suficiencia. «¡Te ganaré fácilmente! Soy mucho más rápida que tú.»
Ana, sin inmutarse por la arrogancia de Florencia, respondió con calma:
«No te confíes demasiado, Florencia. La lentitud y la constancia pueden vencer a la velocidad y la arrogancia.»
Y así comenzó la carrera.
Florencia, la liebre, salió disparada como una flecha, dejando a Ana, la tortuga, atrás en el polvo. Se movía tan rápido que pronto se aburrió.
«¿Para qué correr tan rápido?», pensó Florencia. «Puedo descansar un rato a la sombra de un árbol y aún así ganar la carrera.»
Y así, Florencia, la liebre, se detuvo bajo la sombra de un árbol frondoso y se quedó dormida.
Ana, la tortuga, mientras tanto, siguió avanzando, paso a paso, sin prisa pero sin pausa. Su caparazón la protegía del sol y su ritmo constante la acercaba cada vez más a la meta.
Finalmente, Ana, la tortuga, llegó a la línea de meta.
Florencia, la liebre, se despertó sobresaltada al escuchar los gritos de alegría de los animales que celebraban la victoria de Ana. Corrió tan rápido como pudo, pero ya era demasiado tarde. Ana, la tortuga, había ganado la carrera.
Florencia, avergonzada y humillada por su derrota, aprendió una valiosa lección: nunca subestimes el poder de la perseverancia y la determinación.
Moraleja:
Lento pero seguro gana la carrera.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué Florencia, la liebre, perdió la carrera?
¿Qué le enseñó Ana, la tortuga, a Florencia?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia de la perseverancia y la determinación?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Cómo era Ana, la tortuga?
¿Cómo era Florencia, la liebre?
¿Qué hizo Florencia mientras Ana seguía avanzando?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Ana, la tortuga, gana la carrera.
Fábula 4: La zorra y las uvas
En un viñedo soleado, donde las uvas colgaban en racimos jugosos y dulces, vivía una zorra astuta llamada Ramona.
Ramona, hambrienta y con el estómago rugiendo, miró hacia arriba y vio las uvas apetitosas.
«¡Qué ricas se ven esas uvas!», pensó Ramona. «Debo conseguir algunas para saciar mi apetito.»
Ramona se puso de puntillas y estiró sus patas lo más que pudo, pero las uvas estaban demasiado altas para su alcance.
Frustrada, Ramona tomó impulso y saltó con todas sus fuerzas, pero aún así no pudo alcanzar las uvas.
Intentó una y otra vez, pero sin éxito. Las uvas siempre estaban fuera de su alcance.
Finalmente, Ramona se cansó y se sentó debajo de la parra, derrotada.
«No importa lo que haga», dijo Ramona con amargura. «Esas uvas están fuera de mi alcance.»
Y así, Ramona se convenció a sí misma de que las uvas no valían la pena el esfuerzo. Se alejó del viñedo, sintiéndose hambrienta y frustrada.
Moraleja:
Es fácil menospreciar lo que no podemos alcanzar. A veces, nos convencemos de que algo no es lo suficientemente bueno para nosotros solo porque no podemos tenerlo.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué Ramona no pudo alcanzar las uvas?
¿Qué excusa utilizó Ramona para no seguir intentando?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia de la perseverancia y la actitud positiva?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué hizo Ramona para intentar alcanzar las uvas?
¿Qué excusa utilizó Ramona para no seguir intentando?
¿Cómo se sintió Ramona al final de la historia?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Ramona intenta alcanzar las uvas.
Fábula 5: El perro y el hueso
Un perro llamado Toby caminaba por la calle con un hueso en el hocico.
El sol brillaba con intensidad y el calor era sofocante. Toby jadeaba de sed y de cansancio.
De repente, vio un pequeño arroyito de agua que pasaba al costado de la vereda. Se acercó para beber, pero al agacharse vio su reflejo en el agua.
En el reflejo, vio a otro perro con un hueso que parecía más grande que el suyo.
Toby, pensando que el otro perro era un vagabundo, se llenó de envidia.
– ¡Ese hueso es mío! -le gritó al otro perro.
Pero el otro perro no le respondió. Era solo un reflejo.
Toby, sin pensarlo dos veces, soltó su hueso para tratar de arrebatárselo al otro perro.
Pero, por supuesto, el otro perro no existía. El hueso se cayó al arroyito y se lo llevó la corriente.
Toby se quedó sin ningún hueso.
Se sentó en la vereda, triste y desconsolado.
– ¡Qué tonto he sido! -se lamentó.
Moraleja:
No te dejes llevar por las apariencias. A veces, lo que parece mejor no lo es.
Es importante valorar lo que tienes, porque podrías perderlo todo si intentas conseguir algo que no es real.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué Toby soltó su hueso?
¿Qué le sucedió al hueso de Toby?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia de valorar lo que tenemos?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué vio Toby en el reflejo del agua?
¿Qué pensó Toby del otro perro?
¿Qué hizo Toby con su hueso?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Toby pierde su hueso.
Fábula 6: El pastorcito mentiroso
En un pequeño pueblo, vivía un joven pastor llamado Pedro.
Pedro era un chico travieso y le gustaba hacer chistes a los aldeanos.
Un día, mientras cuidaba su rebaño de ovejas en la colina, decidió divertirse a costa de los demás.
Comenzó a gritar a todo pulmón:
¡El lobo viene! ¡El lobo viene!
Los aldeanos, al escuchar los gritos de Pedro, corrieron hacia la colina para ayudarlo ahuyentar al lobo.
Sin embargo, cuando llegaron a la cima, no encontraron ningún lobo.
Pedro, al verlos enojados, se rió a carcajadas.
– ¡Ja, ja, ja! ¡Los engañé! -dijo con burla.
Los aldeanos, molestos por la broma de Pedro, se fueron refunfuñando.
Unos días después, Pedro volvió a hacer lo mismo.
Gritó con todas sus fuerzas:
¡El lobo viene! ¡El lobo viene!
Los aldeanos, pensando que esta vez era verdad, corrieron de nuevo a la colina para ayudar a Pedro.
Pero, al llegar a la cima, se encontraron con la misma escena: no había ningún lobo.
Esta vez, los aldeanos estaban realmente furiosos.
– ¡No vuelvas a hacer esto, Pedro! -le gritaron.
– ¡Ya no te creeremos nunca más!
Pedro, sintiéndose avergonzado, prometió que no volvería a mentir.
Pero, al poco tiempo, volvió a las andadas.
Un día, mientras pastoreaba sus ovejas, vio un lobo real que se acercaba a su rebaño.
Aterrorizado, comenzó a gritar:
¡El lobo viene! ¡El lobo viene!
Sin embargo, los aldeanos, pensando que era otra broma de Pedro, no le hicieron caso.
El lobo, al no encontrar resistencia, atacó al rebaño y se llevó varias ovejas.
Pedro lloraba desconsoladamente, pero ya era demasiado tarde.
Moraleja:
Si mientes con frecuencia, nadie te creerá, incluso cuando digas la verdad.
Es importante ser honesto y sincero para ganarse la confianza de los demás.
Preguntas para reflexionar:
¿Por qué los aldeanos no le creyeron a Pedro cuando dijo la verdad?
¿Qué consecuencias tuvo la mentira de Pedro?
¿Qué nos enseña esta fábula sobre la importancia de la honestidad?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué hacía Pedro para divertirse a costa de los aldeanos?
¿Qué le sucedió a Pedro cuando dijo la verdad?
¿Qué aprendió Pedro al final de la historia?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Pedro llora desconsoladamente por haber perdido sus ovejas.
Fábula 7: La paloma y el halcón
Un día soleado, Blanca, una paloma de plumaje blanco como la nieve, surcaba el cielo con sus alas elegantes. Su destino era un nido acogedor en lo alto de un árbol, donde la esperaban sus polluelos hambrientos. De repente, Tizón, un halcón veloz y astuto, la vio desde las alturas y descendió en picado como un rayo.
Blanca, al sentir la presencia del halcón, se llenó de miedo y comenzó a volar en círculos, buscando refugio entre las ramas de los árboles. Tizón, con su agilidad y velocidad, la perseguía sin descanso. La paloma, desesperada por salvar su vida, vio un hueco en un viejo roble y se metió dentro. El halcón, furioso por no haber podido atrapar a su presa, se quedó afuera esperando a que saliera.
Blanca y Tizón permanecieron así durante horas. La paloma no se atrevía a salir y el halcón no se rendía. Finalmente, cuando el sol ya se estaba ocultando, Tizón se cansó y se fue volando en busca de otra presa.
Blanca, exhausta pero victoriosa, salió del árbol y continuó su viaje. Al llegar a su nido, sus polluelos la recibieron con alegría y ella les contó la historia de su escape.
Moraleja:
La inteligencia y la astucia pueden ser más importantes que la fuerza bruta. Blanca, a pesar de ser más débil que Tizón, logró escapar gracias a su ingenio y perseverancia.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué otras cualidades ayudaron a Blanca a escapar de Tizón?
¿Qué podemos aprender de la actitud de Tizón?
¿Cómo podemos aplicar las lecciones de esta fábula a nuestras propias vidas?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Dónde se dirigía Blanca cuando Tizón la vio?
¿Qué hizo Blanca para escapar del halcón?
¿Cuánto tiempo duró la persecución?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Blanca se esconde del halcón en el árbol.
Fábula 8: La gallina de los huevos de oro
En un pequeño pueblo, vivía un matrimonio de granjeros que tenía una gallina muy especial. Esta gallina no ponía huevos normales, sino huevos de oro puro. Al principio, los granjeros no podían creerlo. Cada mañana, cuando iban al gallinero, se encontraban con un huevo de oro reluciente.
La noticia de la gallina de los huevos de oro se extendió rápidamente por el pueblo. Todos querían ver a la gallina y, por supuesto, hacerse con uno de sus preciados huevos. Los granjeros, felices por su buena fortuna, comenzaron a cobrar entrada para que la gente pudiera ver a la gallina.
Con el tiempo, la avaricia se apoderó del corazón de los granjeros. Ya no les satisfacía tener un huevo de oro al día. Querían más, mucho más.
Un día, el granjero, cegado por la codicia, decidió matar a la gallina para obtener todos los huevos de oro de una sola vez. Abrió el vientre de la gallina con un cuchillo, pero para su sorpresa, no encontró ningún huevo de oro. En su interior, la gallina era como cualquier otra gallina.
Los granjeros se lamentaron amargamente por su estupidez. Habían perdido su gallina mágica y, con ella, su fuente de riqueza.
Moraleja:
La avaricia y la codicia pueden llevarnos a la ruina. Es importante valorar lo que tenemos y no arriesgarlo todo por obtener más.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué otras consecuencias podría haber tenido la decisión del granjero?
¿Qué podemos aprender de esta fábula sobre la importancia de la moderación?
¿Cómo podemos evitar que la codicia se apodere de nosotros?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué hacía especial a la gallina?
¿Qué hicieron los granjeros para obtener más huevos de oro?
¿Qué sucedió al final de la historia?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde el granjero mata a la gallina.
Fábula 9: La rana y el buey
En una laguna tranquila, habitaba una rana verde y vanidosa llamada Renata. Renata era una rana presumida que siempre estaba comparándose con los demás animales.
Un día, mientras observaba su reflejo en el agua, vio a un buey enorme que pastaba en la orilla. El buey, llamado Arturo, era majestuoso y fuerte, con un pelaje negro brillante y una mirada serena. Renata, envidiosa del tamaño y la fuerza de Arturo, decidió imitarlo.
Comenzó a inflarse, estirando su piel verde hasta el límite. «¡Miradme!», gritaba a los demás animales con voz chillona. «¡Soy tan grande como Arturo!».
Los otros animales, divertidos por la actitud de Renata, se reían a carcajadas. Le decían que era imposible que una rana pequeña se convirtiera en un buey grande. Pero Renata no les escuchaba. Cegada por la vanidad, seguía inflándose y inflándose, hasta que finalmente, con un fuerte estallido, explotó.
Los animales, atónitos por lo sucedido, guardaron silencio. La muerte de Renata les había dado una lección importante sobre la importancia de la humildad y la aceptación de uno mismo.
Moraleja:
No hay que intentar ser lo que no somos. Es importante aceptar nuestras limitaciones y valorar lo que tenemos. La vanidad y la envidia pueden llevarnos a la ruina, como le sucedió a Renata.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué otras consecuencias podría haber tenido la decisión de Renata?
¿Qué podemos aprender de esta fábula sobre la importancia de la humildad?
¿Cómo podemos evitar caer en la vanidad?
Responde las siguientes preguntas sobre la historia:
¿Qué quería hacer Renata?
¿Qué le decían los demás animales a Renata?
¿Qué sucedió al final de la historia?
Escribe un resumen de la historia en 5 oraciones.
Dibuja una escena de la historia donde Renata explota.
Fábula 10: El cuervo y la zorra
En un bosque frondoso, donde los árboles susurraban secretos al viento y las flores silvestres alfombraban el suelo, vivía un cuervo llamado Simón, de plumaje negro azabache y mirada vivaz, famoso por su potente graznido. Un día, mientras exploraba entre las ramas en busca de su desayuno, encontró un trozo de queso tan grande como su cabeza. «¡Qué festín me espera!», pensó con alegría mientras lo sujetaba con su fuerte pico.
De pronto, desde las sombras del sotobosque, emergió una figura esbelta y rojiza. Era la zorra Berta, conocida por su ingenio y su habilidad para obtener lo que deseaba. Al ver el suculento queso en el pico de Simón, su estómago rugió de apetito.
Berta, con una sonrisa malvada en su hocico, se acercó a Simón con pasos sigilosos. «Buenos días, Simón», dijo con voz suave y melodiosa. «Qué hermosa criatura eres hoy. Tus plumas brillan como la noche y tus ojos son como dos luceros en el cielo».
Simón, vanidoso por naturaleza, se pavoneó ante los halagos de Berta. «No exageres, Berta», respondió con un tono arrogante. «Pero sí, reconozco que soy un cuervo apuesto».
La astuta Berta, sin perder tiempo, continuó con su plan. «He oído hablar de tu canto prodigioso», dijo con fingida admiración. «Dicen que tu voz es tan poderosa que puede hacer temblar las hojas de los árboles».
El ego de Simón se infló aún más. «No te han mentido, Berta», presumió. «Mi canto es incomparable».
Berta, entonces, le propuso un desafío. «Si me complaces con tu canto celestial, te obsequiaré con un tesoro aún más valioso que ese queso», dijo con ojos brillantes.
Simón, cegado por la vanidad y la codicia, no dudó ni un instante. Abrió su pico de par en par y entonó un graznido tan fuerte que resonó por todo el bosque. En ese preciso momento, el queso se deslizó de su pico y cayó al suelo, justo a los pies de Berta.
La astuta Berta, con una rapidez asombrosa, atrapó el queso con sus ágiles patas y se alejó a toda prisa, dejando a Simón con el pico abierto y la mirada llena de estupor.
Moraleja:
No te dejes llevar por los halagos ni por la vanidad. A veces, las palabras bonitas esconden intenciones maliciosas. Recuerda que la verdadera riqueza no está en las cosas materiales, sino en la sabiduría y la humildad.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué crees que debería haber hecho Simón?
¿Por qué Berta pudo engañar a Simón?
¿Qué te enseña esta historia?
Ejercicios:
Dibuja a los personajes de la historia.
Inventa un nuevo final para la historia.
Escribe un poema sobre la vanidad.
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