10 fábulas infantiles con acento argentino – Vol. 3: Nivel básico

Serie Aprendé con Español Castellano

FAbulas infantiles vol 3

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Índice

Introducción

Fábula 1: El colibrí y la flor

Fábula 2: La iguana y el lagarto

Fábula 3: El ñandú y el zorro

Fábula 4: La oveja y el lobo

Fábula 5: El gato y el ratón

Fábula 6: El loro y la mona

Fábula 7: El tero y la cigarra

Fábula 8: La hormiga y la mariposa

Fábula 9: El búho y el zorzal

Fábula 10: El árbol y el viento


Introducción

Este libro fue pensado y armado cuidadosamente principalmente para estas personas: estudiantes iniciales de la lengua española en su variante argentina (o también denominado dialecto rioplatense) y para padres que deseen leerle o hacerles escuchar a sus niños historias educativas y con un cuidado mensaje positivo con acento argentino en vez de tonos neutros o estilos muy alejados de nuestra realidad cotidiana. 

Se incluyen un total de 10 fábulas originales y cada una de ellas posee imágenes ilustrativas, una moraleja, preguntas para reflexionar y actividades creativas. Esto nos asegura una correcta comprensión lectora y un plus a la hora de interactuar con la literatura. 

¿Quiénes somos? Español Castellano es una plataforma educativa creada por un periodista profesional pensada para aportar materiales originales al estudio del español para hablantes extranjeros pero siempre enfocado en la promoción y la produccion de materiales en acento argentino y la difusión de la cultura del país.

En la serie “Aprendé con Español Castellano” todos los libros cuentan con su versión en e-book y audiolibro, son muy económicos, y están escritos y narrados de forma clara, para facilitar tu comprensión. Si todavía no nos conocés, te invito a que nos escuches, veas todos nuestros productos y aprendas con nosotros con nuestro podcast y plataforma web www.espanolcastellano.com


Fábula 1: El colibrí y la flor

Colibrí y flor

Había una vez un colibrí que revoloteaba por un jardín exuberante y colorido. El colibrí era un ave pequeña y veloz, con un plumaje sedoso y colorido que brillaba a la luz del sol. De repente, el colibrí vio una flor hermosa y se posó sobre ella.

«¡Hola, flor!», le dijo el colibrí a la flor. «¿Puedo probar tu néctar?».

La flor, que era roja como la pasión y tenía un aroma dulce y embriagador, miró al colibrí con recelo.

«No», le dijo la flor al colibrí. «No te voy a dar mi néctar si no me cantás una canción».

El colibrí, que era un buen cantante, aceptó el desafío de la flor.

«Está bien», le dijo el colibrí a la flor. «Te voy a cantar una canción».

Y el colibrí comenzó a cantar una canción hermosa y melodiosa. La flor escuchó la canción del colibrí con atención y quedó encantada.

«¡Qué hermosa canción!», le dijo la flor al colibrí cuando terminó de cantar. «Te voy a dar mi néctar como recompensa».

Y la flor abrió su cáliz y le permitió al colibrí probar su néctar dulce y delicioso. El colibrí bebió el néctar de la flor con alegría y satisfacción.

«¡Gracias, flor!», le dijo el colibrí. «Tu néctar es el más delicioso que he probado».

Y el colibrí y la flor se hicieron amigos. Y vivieron felices para siempre.

Moraleja:

La importancia de la reciprocidad y la belleza del arte. Cuando damos algo a cambio de nada, creamos una relación de reciprocidad que beneficia a ambas partes. Y el arte, en todas sus formas, es una fuente de belleza y alegría que enriquece nuestras vidas.

Preguntas para reflexionar:

¿Por qué la flor no quería darle su néctar al colibrí al principio?

¿Qué hizo el colibrí para convencer a la flor de darle su néctar?

¿Qué aprendieron el colibrí y la flor al final de la historia?

Ejercicios de comprensión lectora:

Subraya las palabras que describan al colibrí.

¿Qué le dijo el colibrí a la flor cuando la vio por primera vez?

¿Qué hicieron el colibrí y la flor juntos?


Fábula 2: La iguana y el lagarto

Iguana y lagarto

Había una vez una iguana grande y robusta que vivía en un bosque tropical frondoso y húmedo. La iguana era un reptil de sangre fría con escamas verdes y una cola larga y prensil. Un día, la iguana estaba buscando comida cuando vio un mango maduro y jugoso colgando de una rama.

«¡Qué rico mango!», pensó la iguana. «¡Me lo voy a comer!».

Pero la iguana no era la única que quería el mango. Un lagarto pequeño y ágil también lo había visto y estaba decidido a conseguirlo.

«Ese mango es mío», dijo el lagarto. «Yo lo vi primero».

«No, es mío», dijo la iguana. «Yo soy más grande y fuerte que vos».

La iguana y el lagarto discutieron durante un rato, pero no podían llegar a un acuerdo. Finalmente, la iguana decidió usar su fuerza para obtener el mango.

«¡Quitate de mi camino!», le dijo la iguana al lagarto. «¡Yo voy a comerme este mango!».

Y la iguana empujó al lagarto con fuerza, haciéndolo caer al suelo. La iguana luego trepó a la rama y se comió el mango.

El lagarto estaba furioso. Se levantó del suelo y miró a la iguana con rencor.

«¡Me las vas a pagar!», dijo el lagarto. «¡Ya vas a ver!».

Y el lagarto se fue, decidido a vengarse de la iguana.

Al día siguiente, el lagarto vio a la iguana tomando el sol en una roca. El lagarto sabía que esta era su oportunidad para vengarse.

«¡Hola, iguana!», dijo el lagarto en voz alta. «¡Me encontré otro mango!».

La iguana miró al lagarto con recelo. No confiaba en él después de lo que había pasado el día anterior.

«¿En serio?», preguntó la iguana. «¿Dónde está?».

«Está en la rama de ese árbol», dijo el lagarto, señalando a un árbol cercano. «Pero es muy alto. Yo no puedo alcanzarlo».

La iguana miró al árbol y vio el mango. Era aún más grande y jugoso que el del día anterior.

«Yo lo puedo alcanzar», dijo la iguana. «Soy más alta que vos».

Y la iguana trepó al árbol para alcanzar el mango. Pero cuando llegó a la rama, el lagarto la empujó el arbol con fuerza, haciéndola caer al suelo.

La iguana se golpeó la cabeza y quedó aturdida. El lagarto aprovechó la oportunidad para trepar al árbol y comerse el mango.

La iguana se levantó del suelo, dolorida y humillada. Había aprendido una lección importante: la astucia a veces es más importante que la fuerza.

Moraleja:

La importancia de la astucia y la inteligencia. A veces, para obtener lo que queremos, no podemos depender solo de nuestra fuerza. Tenemos que ser astutos e inteligentes para superar a nuestros oponentes.

Preguntas para reflexionar:

¿Por qué la iguana y el lagarto se pelearon?

¿Qué hizo el lagarto para vengarse de la iguana?

¿Qué aprendió la iguana al final de la historia?

Ejercicios de comprensión lectora:

Subraya las palabras que describan a la iguana.

¿Qué le dijo el lagarto a la iguana cuando la vio por primera vez?

¿Qué hicieron la iguana y el lagarto juntos?


Fábula 3: El ñandú y el zorro

El ñandú y el zorro

Había una vez un ñandú que vivía en la Pampa argentina, una llanura extensa y verde. El ñandú era un ave grande y no voladora, con patas largas y fuertes y un plumaje grisáceo. Un día, la ñandú estaba incubando sus huevos en un nido en el suelo.

Un zorro astuto y hambriento vio a la ñandú desde lejos y se acercó sigilosamente al nido.

«¡Qué rica cena!», pensó el zorro. «¡Voy a comerme esos huevos!».

Pero la ñandú no era tonta. Había visto al zorro acercarse y ya había ideado un plan.

«¡Hola, zorro!», dijo la ñandú en voz alta. «¡Qué alegría verte!».

El zorro se sorprendió al escuchar la voz de la ñandú.

«¿Hola, ñandú?», dijo el zorro. «¿Qué hacés acá?».

«Estoy incubando mis huevos», dijo la ñandú. «¿Te gustaría verlos?».

El zorro, intrigado, se acercó al nido.

«¡Claro que sí!», dijo el zorro. «¡Me encantaría verlos!».

La ñandú se levantó del nido y le mostró al zorro los huevos.

«¡Qué hermosos huevos!», dijo el zorro. «¡Son tan grandes y blancos!».

«Sí, son preciosos», dijo la ñandú. «¡Y están a punto de eclosionar!».

El zorro se acercó aún más a los huevos, con la intención de agarrarlos.

«¡Cuidado!», gritó la ñandú. «¡No te acerques demasiado! ¡Podrías romperlos!».

El zorro se detuvo en seco. No quería romper los huevos.

«Está bien», dijo el zorro. «Me voy a alejar un poco».

El zorro se alejó del nido, pero no se rindió. Esperó a que la ñandú se distrajera y luego corrió hacia el nido para agarrar los huevos.

Pero la ñandú estaba atenta y lo vio venir.

«¡Cuidado!», gritó la ñandú de nuevo. «¡Te dije que no te acercaras!».

La ñandú corrió hacia el zorro y lo golpeó con sus patas fuertes. El zorro cayó al suelo y la ñandú lo picoteó con su pico.

El zorro, dolorido y humillado, se levantó del suelo y huyó. La ñandú había protegido sus huevos con éxito.

Moraleja:

La importancia de la astucia y la protección de la familia. A veces, para proteger a nuestros seres queridos, tenemos que ser astutos y usar nuestra inteligencia para superar a nuestros enemigos.

Preguntas para reflexionar:

¿Por qué el zorro quería comerse los huevos de la ñandú?

¿Qué hizo la ñandú para proteger sus huevos?

¿Qué aprendió el zorro al final de la historia?

Ejercicios de comprensión lectora:

Subraya las palabras que describan al ñandú.

¿Qué le dijo la ñandú al zorro cuando lo vio por primera vez?

¿Qué hicieron la ñandú y el zorro juntos?


Fábula 4: La oveja y el lobo

Fábula 4: La oveja y el lobo

Había una vez una oveja blanca y lanuda que pastaba en una pradera verde y soleada. La oveja era un animal dócil y confiado, que disfrutaba del sol y del aire fresco. De repente, un lobo feroz y hambriento salió de la espesura del bosque. El lobo vio a la oveja y se relamió los labios.

«¡Qué rica cena!», pensó el lobo. «¡Voy a comerme esa oveja!».

Pero la oveja no era tonta. Había visto al lobo acercarse y ya había ideado un plan.

«¡Hola, lobo!», dijo la oveja en voz alta. «¡Qué alegría verte!».

El lobo se sorprendió al escuchar la voz de la oveja.

«¿Hola, oveja?», dijo el lobo. «¿Qué hacés acá?».

«Estoy pastando», dijo la oveja. «¿Te gustaría acompañarme?».

El lobo, intrigado, se acercó a la oveja.

«Claro que sí», dijo el lobo. «¡Me encantaría acompañarte!».

La oveja y el lobo comenzaron a pastar juntos. La oveja le contaba al lobo historias sobre su vida en la pradera, y el lobo le hablaba de sus aventuras en el bosque.

De repente, la oveja vio una roca grande y brillante a lo lejos. La oveja tenía una idea.

«Lobo», dijo la oveja, «¿Ves esa roca brillante?».

«Sí, la veo», dijo el lobo. «¿Qué es?».

«Esa es una roca mágica», dijo la oveja. «Si la miras fijamente, puedes ver el futuro».

El lobo, que era un poco crédulo, se acercó a la roca y comenzó a mirarla fijamente. La oveja aprovechó la oportunidad para escabullirse.

«¡Esperá!», gritó el lobo. «¡No te vayas!».

Pero la oveja ya estaba lejos. El lobo miró a la roca durante un rato más, pero no vio nada. Finalmente, se dio cuenta de que había sido engañado.

«¡Maldición!», dijo el lobo. «¡Me engañó!».

El lobo se quedó sin comer y la oveja se salvó gracias a su astucia.

Moraleja:

La importancia de la astucia y la capacidad de improvisar. A veces, para salir de una situación difícil, tenemos que ser astutos y pensar rápido.

Preguntas para reflexionar:

¿Por qué el lobo quería comerse a la oveja?

¿Qué hizo la oveja para salvarse?

¿Qué aprendió el lobo al final de la historia?

Ejercicios de comprensión lectora:

Subraya las palabras que describan a la oveja.

¿Qué le dijo la oveja al lobo cuando lo vio por primera vez?

¿Qué hicieron la oveja y el lobo juntos?


Fábula 5: El gato y el ratón

Fábula 5: El gato y el ratón

Había una vez un gato gris y atigrado que vivía en una casa antigua y polvorienta. El gato era un cazador habilidoso y astuto, siempre atento a cualquier movimiento sospechoso. Un día, el gato vio un pequeño ratón marrón que corría por la cocina.

«¡Qué rico almuerzo!», pensó el gato. «¡Voy a comerme ese ratón!».

Y el gato comenzó a perseguir al ratón por toda la casa. El ratón corría a toda velocidad, buscando un lugar donde esconderse. El gato lo perseguía de cerca, con sus garras afiladas listas para atraparlo.

El ratón corría a toda velocidad por el pasillo, esquivando muebles y adornos con una agilidad envidiable. El gato lo perseguía de cerca, sus patas peludas golpeando el suelo con un ritmo frenético. El maullido del gato resonaba en la casa, llenando el aire de una tensión palpable.

El ratón se dirigió hacia la cocina, buscando refugio entre las ollas y sartenes. El gato, anticipando su movimiento, lo interceptó en la puerta, obligándolo a cambiar de dirección. El ratón, acorralado, se subió a la mesa y comenzó a saltar de plato en plato, tratando de despistar a su perseguidor.

El gato, con un salto ágil, logró atrapar al ratón por la cola. El pequeño animal chilló de terror, sintiendo las garras afiladas del gato clavándose en su piel. Pero el ratón no se rindió. Con un giro inesperado, logró soltarse de la cola y se metió debajo de la estufa.

El gato, frustrado, se asomó debajo de la estufa, pero no pudo ver al ratón. La oscuridad y el calor lo obligaron a retroceder. El ratón, aprovechando la oportunidad, se escabulló hacia la sala de estar.

La persecución continuó por toda la casa. El gato y el ratón corrían de un lado a otro, chocando contra muebles y objetos. La casa, que antes era un lugar tranquilo, se convirtió en un campo de batalla.

El ratón, jadeante y agotado, se dirigió hacia la biblioteca. Sabía que allí encontraría un laberinto de estanterías que le dificultaría al gato atraparlo. El gato, por su parte, intuía las intenciones del ratón y aceleró su paso para llegar a la biblioteca antes que él.

Al llegar a la biblioteca, el ratón se metió entre las estanterías, moviéndose con rapidez y sigilo. El gato, con sus patas más grandes y torpes, tenía dificultades para seguirlo. El ratón, aprovechando la ventaja, se escondió detrás de un tomo grande y polvoriento.

El gato, desconcertado, comenzó a olfatear el aire tratando de encontrar al ratón. De repente, un pequeño chillido le indicó la ubicación de su presa. El gato se lanzó hacia el tomo, pero el ratón ya había escapado, deslizándose por un pequeño agujero en la estantería en donde se quedó por largo rato.

El gato, exhausto, aburrido y furioso, se rindió. Se sentó en el suelo de la biblioteca, respirando con dificultad. El ratón, a salvo en su escondite, observaba al gato con una mezcla de miedo y satisfacción. Había logrado escapar una vez más.

Moraleja:

La importancia de la perseverancia y la paciencia. A veces, para lograr nuestros objetivos, tenemos que ser perseverantes y pacientes. El ratón, a pesar de ser más pequeño y débil que el gato, logró escapar gracias a su perseverancia y paciencia.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué tácticas utilizó el ratón para escapar del gato?

¿Cómo reaccionó el gato ante la astucia del ratón?

¿Qué aprendió el gato de esta experiencia?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era la casa donde se desarrollaba la persecución.

¿Qué objetos de la casa se mencionan en la historia?

¿Qué sonidos se podían escuchar durante la persecución?


Fábula 6: El loro y la mona

Fábula 6: El loro y la mona

En un bosque tropical exuberante y colorido, vivía un loro verde y parlanchín llamado Pepito. Pepito era un ave sociable y amistosa, que disfrutaba conversando con los demás animales del bosque. Un día, Pepito conoció a una mona traviesa y juguetona llamada Juanita. Juanita era una primate ágil y curiosa, siempre dispuesta a vivir nuevas aventuras.

Pepito y Juanita se hicieron amigos inseparables. Compartían juegos, canciones y confidencias bajo la sombra de los árboles frondosos. Un día, Juanita se enfermó. Se sentía débil y triste, sin ganas de jugar ni comer. Pepito, preocupado por su amiga, decidió cuidarla.

El loro le llevó a Juanita frutas frescas y agua cristalina. Le contó historias divertidas para animarla y le cantó canciones dulces para que se durmiera. Pepito no se separó de su lado ni un solo momento, brindándole su apoyo incondicional.

Gracias a la atención y el cariño de Pepito, Juanita se recuperó poco a poco. Volvió a ser la mona alegre y vivaz que era antes. La amistad entre Pepito y Juanita se fortaleció aún más después de esta experiencia.

Moraleja:

La importancia de la amistad y la solidaridad. Los amigos verdaderos están siempre presentes en los momentos difíciles, brindando apoyo y cariño. Pepito y Juanita son un ejemplo de cómo la amistad puede superar cualquier obstáculo.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué hicieron Pepito y Juanita juntos?

¿Cómo cuidó Pepito a Juanita cuando se enfermó?

¿Qué aprendieron Pepito y Juanita sobre la amistad?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era el bosque donde vivían Pepito y Juanita.

¿Qué animales se mencionan en la historia?

¿Qué colores se pueden encontrar en la fábula?


Fábula 7: El tero y la cigarra

Fábula 7: El tero y la cigarra

En un campo verde y soleado, un tero de pecho blanco y pico largo se encontraba trabajando arduamente en su nido. El tero recogía ramitas, hojas y barro, construyendo un hogar seguro para su futura familia. De repente, una cigarra cantora y colorida llegó volando hasta el campo.

La cigarra, con su voz melodiosa, comenzó a cantar una canción alegre y vibrante. El tero, al escucharla, se detuvo en su trabajo y la miró con atención.

«¡Qué hermosa canción!», dijo el tero. «Me encantaría escucharte cantar más tiempo, pero ahora no puedo. Tengo que terminar mi nido antes de que llegue el invierno».

La cigarra, un poco decepcionada, comprendió la situación del tero.

«Está bien», dijo la cigarra. «Te deseo mucha suerte con tu nido. Cuando lo termines, voy a voler a cantar para ti».

Y la cigarra se fue volando, dejando al tero solo en el campo. El tero, con renovada energía, se puso a trabajar con ahínco. Reunió más materiales y construyó un nido fuerte y acogedor.

Finalmente, el nido estaba terminado. El tero, orgulloso de su trabajo, se sentó en él y miró hacia el cielo. En ese momento, la cigarra regresó al campo.

«¡Ya terminé mi nido!», dijo el tero con alegría. «¡Ahora sí puedo escuchar tu canción!».

La cigarra, con entusiasmo, comenzó a cantar una melodía aún más hermosa que la anterior. El tero, conmovido por la música, la escuchó con atención y deleite.

Cuando la cigarra terminó de cantar, el tero le agradeció por su hermosa canción.

«Gracias a vos», dijo el tero. «Tu canto me llenó de alegría y me hizo olvidar el cansancio del trabajo».

Y el tero y la cigarra se hicieron amigos, apreciando mutuamente el trabajo y la belleza.

Moraleja:

La importancia del trabajo y la responsabilidad. El tero nos enseña que es importante trabajar duro y ser responsable para lograr nuestros objetivos. La cigarra nos enseña que la belleza y la alegría también son importantes en la vida.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué estaba haciendo el tero cuando la cigarra llegó?

¿Por qué el tero no pudo escuchar la canción de la cigarra al principio?

¿Qué aprendieron el tero y la cigarra uno del otro?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era el nido del tero.

¿Qué sonidos se podían escuchar en la fábula?

¿Qué colores se pueden encontrar en la fábula?


Fábula 8: La hormiga y la mariposa

Fábula 8: La hormiga y la mariposa

En un bosque frondoso y verde, una hormiga laboriosa y previsora se encontraba trabajando sin descanso. La hormiga recorría el suelo, recolectando semillas y frutos secos para almacenar en su hormiguero. De repente, el cielo se oscureció y el viento comenzó a soplar con fuerza. Una tormenta se aproximaba.

La hormiga, preocupada por su futuro, aceleró su trabajo. Llevaba una carga pesada de semillas, pero no se rendía. Sabía que debía llegar a su hormiguero antes de que la tormenta la atrapara.

En ese momento, la hormiga vio a una mariposa multicolor posada sobre una hoja, empapada por la lluvia y temblorosa de frío. La mariposa, a diferencia de la hormiga, no había sido previsora y no tenía refugio donde esconderse.

La hormiga, conmovida por la situación de la mariposa, se acercó a ella.

«No te preocupés», dijo la hormiga. «Puedo ayudarte».

La hormiga, con esfuerzo y determinación, acondicionó su hormiguero para que también la mariposa tenga un refugio hasta que pasara la tormenta. 

La tormenta finalmente llegó, con fuertes vientos y lluvia torrencial. La hormiga y la mariposa se aferraron a sus refugios, esperando que la tormenta pasara.

Al cabo de un tiempo, la lluvia se calmó y el sol volvió a salir. La hormiga y la mariposa salieron de sus refugios, ambas un poco atolondradas por la tormenta.

La mariposa, agradecida por la ayuda de la hormiga, aceptó cargar en sus alas parte de las semillas que la hormiga estaba trasladando con tanto esfuerzo.

Al día siguiente, la mariposa se despidió de la hormiga y le agradeció por su ayuda.

«Gracias a ti», dijo la mariposa. «Tu ayuda me ha salvado la vida».

Y la hormiga y la mariposa se despidieron, con la esperanza de volver a encontrarse pronto.

Moraleja:

La importancia de la cooperación y la ayuda mutua. La hormiga y la mariposa nos enseñan que, en los momentos difíciles, es importante ayudarnos mutuamente para superar los obstáculos.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué estaba haciendo la hormiga cuando la tormenta se aproximaba?

¿Por qué la mariposa estaba en peligro?

¿Cómo la hormiga ayudó a la mariposa?

¿Qué aprendieron la hormiga y la mariposa una de la otra?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era el hormiguero de la hormiga.

¿Qué colores se mencionan en la fábula?

¿Qué sonidos se podían escuchar en la fábula?


Fábula 9: El búho y el zorzal

Fábula 9: El búho y el zorzal

En un bosque frondoso y tranquilo, un búho sabio y silencioso vivía en una rama alta de un árbol. El búho dormía de día y cazaba de noche, utilizando su aguda vista en la oscuridad. Un día, un zorzal cantor y alegre llegó al bosque y construyó su nido en una rama cercana. El zorzal dormía de noche y cantaba de día, llenando el bosque con su melodiosa voz.

Al principio, el búho no se molestó por el canto del zorzal. Sin embargo, un día, el búho se sintió cansado después de una larga noche de caza. Quería dormir durante el día, pero el canto del zorzal lo molestaba.

El búho, un poco irritado, se dirigió al nido del zorzal.

«Zorzal», dijo el búho. «Tu canto es hermoso, pero me molesta cuando quiero dormir. ¿Podrías cantar en otro momento?».

El zorzal, un poco sorprendido, comprendió la situación del búho.

«Está bien», dijo el zorzal. «Trataré de cantar más bajo durante el día para no molestarte».

Y así lo hizo el zorzal. Cantó con un volumen más bajo durante el día, permitiendo que el búho descansara sin problemas. A cambio, el búho le contó al zorzal historias sobre el bosque y sus habitantes nocturnos, fascinando al zorzal con su sabiduría.

Con el tiempo, el búho y el zorzal se hicieron amigos. A pesar de sus diferencias, aprendieron a respetar las necesidades del otro y a apreciar sus cualidades únicas. El búho disfrutaba del canto del zorzal, que ahora le traía alegría incluso durante el día. Y el zorzal admiraba la sabiduría del búho, que le brindaba nuevas perspectivas sobre el bosque.

Moraleja:

La importancia de la tolerancia y el respeto por las diferencias. El búho y el zorzal nos enseñan que es posible ser amigos a pesar de tener diferentes hábitos y necesidades. La tolerancia y el respeto mutuo son fundamentales para construir relaciones sanas y armoniosas.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué problema tenía el búho con el canto del zorzal?

¿Qué solución encontraron el búho y el zorzal?

¿Qué aprendieron el búho y el zorzal uno del otro?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era el nido del zorzal.

¿Qué sonidos se podían escuchar en el bosque durante el día?

¿Qué sonidos se podían escuchar en el bosque durante la noche?


Fábula 10: El árbol y el viento

Fábula 10: El árbol y el viento

En una colina verde y soleada, un árbol robusto y frondoso se encontraba plantado desde hace muchos años. Sus raíces se extendían profundamente en la tierra, como una red firme que lo sujetaba al suelo. Un día, un viento fuerte y arrollador llegó a la colina. El viento soplaba con furia, azotando las ramas del árbol y empujándolo con fuerza.

El árbol, resistiendo con todas sus fuerzas, se aferraba a la tierra. Sus raíces crujían y sus ramas se doblaban, pero el árbol no se rendía. De repente, una ráfaga aún más poderosa azotó al árbol. La fuerza del viento era tal que, con un rugido feroz, arrancó al árbol de la tierra, con las raíces y todo.

El árbol, ahora convertido en un gigante desterrado, comenzó a rodar colina abajo, impulsado por la fuerza del viento y la gravedad. En su viaje cuesta abajo, el árbol se encontró con un río caudaloso. La corriente del río llevó al árbol a un nuevo lugar, un valle verde y fértil.

En este valle, el árbol encontró un suelo rico en nutrientes y un clima favorable. Sus raíces, que aún se aferraban a la tierra que las vio nacer, se extendieron con vigor en el nuevo suelo. El árbol, ahora en un nuevo hogar, comenzó a crecer con fuerza y se convirtió en un árbol aún más fuerte y frondoso que antes.

Moraleja:

La importancia de aceptar el cambio y adaptarse a las nuevas circunstancias. El árbol nos enseña que, a veces, los cambios son necesarios para mejorar nuestras vidas. El viento nos enseña que la fuerza puede ser utilizada para ayudar a otros a cambiar y crecer.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué le sucedió al árbol al principio de la historia?

¿Cómo llegó el árbol al valle?

¿Cómo se adaptó el árbol a su nuevo hogar?

¿Qué aprendió el árbol sobre el cambio?

Ejercicios de comprensión lectora:

Describe cómo era la colina donde vivía el árbol.

¿Qué animales se mencionan en la fábula?

¿Qué colores se pueden encontrar en la fábula?

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