El canciller cubano, Bruno Rodríguez, aseguró que las medidas de Washington contra la isla constituyen una «guerra económica» de «carácter genocida» y emplazó al presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, a que las levante de manera «inmediata».
Rodríguez hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa de presentación del informe anual que la isla elabora para su tradicional resolución ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las consecuencias económicas del bloqueo (embargo).
De acuerdo con el canciller, las consecuencias se pueden percibir en el día a día de los cubanos, «como nunca antes», en «muchas facetas de la vida diaria».
Citó los apagones, la escasez de alimentos, medicamentos y combustibles, la falta de transporte, la elevada inflación y el «deterioro de otros servicios básicos».
Para Rodríguez, las sanciones estadounidenses son el factor «fundamental y determinante» de la grave crisis que sufre su país desde hace cuatro años, pese a que también reconoció que influyen los «fallos en la gestión» macroeconómica.
«No todas las dificultades se deben al bloqueo, también están presentes problemas estructurales, dificultades en la gestión económica,… pero el peso fundamental y determinante lo tiene la agudización y endurecimiento extremo e inédito del bloque desde 2019», afirmó.
De igual forma, subrayó que las sanciones norteamericanas -el sistema de medidas «más completo y prolongado»- han llevado a la isla a una situación de «economía de guerra» no en términos «propagandísticos» sino en «términos técnicos».
También le recriminó a Biden que no haya levantado el grueso de las medidas contra Cuba implementadas por su antecesor y ahora candidato, el republicano Donald Trump, en sus más de tres años en la Casa Blanca. «Podría hacerlo mañana si quisiera», reprochó.
Rodríguez denunció asimismo la inclusión de Cuba en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo, lo que ha perjudicado seriamente el acceso de La Habana al sistema financiero internacional.
Subrayó que su país nunca debió estar ahí y afirmó que la isla ha sufrido 1.064 acciones de denegación de servicios por parte de bancos extranjeros.
El canciller recordó que Biden tiene «todas las capacidades ejecutivas para excluir a Cuba» de esta lista, porque se trata de una decisión presidencial que no requiere de trámite legislativo.
Al ser preguntado si una administración republicana o una demócrata podrían ser más favorables con Cuba tras las elecciones presidenciales de EE. UU. del próximo noviembre, Rodríguez se limitó a decir que la eliminación del bloque «debe ser unilateral, incondicional, completa e inmediata».
El informe anual sobre el bloqueo (embargo), presentado el miércoles, es la base documental de la resolución que La Habana presenta cada año desde hace más de tres décadas en contra de estas sanciones ante la Asamblea General de Naciones Unidas, y que tiene un respaldo mayoritario de sus miembros.
Según la estimación oficial, el impacto entre marzo de 2023 y febrero de este año fue superior en 189,8 millones de dólares al que supuso en los doce meses previos.
El total tras más de 60 años de sanciones asciende a más de 164.141 millones de dólares a precios corrientes, asevera La Habana.
El Gobierno insular argumenta que, sin sanciones estadounidenses, la isla hubiese logrado un crecimiento de su producto interno bruto (PIB) «a precios corrientes» del 8 % en 2023, en contraste con la caída del 1,9 % con la que cerró el año pasado, según cifras oficiales.
Cuba se encuentra sumida desde hace más de cuatro años en una grave crisis económica y su Gobierno acusa principalmente a las sanciones estadounidenses de esta situación.
En el agravamiento de los desequilibrios estructurales de la economía cubana influyen asimismo de forma notable las consecuencias de la pandemia y ciertas decisiones de política económica y monetaria del Gobierno cubano, han reconocido.
Con información de la agencia EFE